Esta es la última fase de la recolección de muestras; al igual que las dos anteriores requiere supervisión y control constante. Su importancia radica en organizar las actividades de transporte, preservación, almacenamiento y recepción de las muestras de tal forma que estas no sean alteradas, modificadas o que generen un riesgo que se materialice en resultados no verídicos al procesar las muestras.
Iniciar curso